domingo, 9 de febrero de 2014

La maldición del estudiante

No voy a hablar de las preguntas que como estudiante de medicina estoy condenada a responder siempre... "¿en qué curso estás ya?", "¿cuánto te queda?"....ni voy a hablar de las preguntas que te hacen los de la familia con espíritu de Santa Inquisición "¿ tienes novio?", "¿ eres lesbiana?" (sí, en la mía sí) "¿cuándo piensas aprender a limpiar y cocinar para casarte?"...  por triste que parezca, sí, tengo flashbacks a la Casa de Bernarda Alba. De hecho, cuando era pequeña, la primera mañana de año nuevo me la pasaba en todas las misas que hacían en las distintas iglesias de la ciudad. Creo que pensaba que ser chica era una clase de enfermedad....

Así que dejando de lado el modelo pseudofranquista de la chica-chic actual, lo que quería comentar es que existe una maldición para los estudiantes de medicina.
Es la maldición del preguntador. Y no tiene nada que ver con el destino griego que repiten y repiten los profesores: salarios caca, horarios caca, ...
Tiene que ver el complejo de sombrero seleccionador que te da cuando un compañero de carrera te pregunta "¿ qué especialidad quieres hacer?".
Personalmente, hay opciones tan malas como decir que eres de Slytherin y que sólo te depilas en verano (aunque sé que hay muchas por ahí que lo hacen). Pero aún así, qué más da.
No debería dar miedo decir:
- Amo la psiquiatría.
Y que luego se interprete que eres un psicópata blanco de mediana edad.
- Deseo ser UNA pediatra /UN pediatra.
Y se entiende como "quiero ser una mamá medico / soy el partidazo de tu vida, me gustan los niños".
- Seré cirujana
Baja los humos, guapita de cara. Tu has visto demasiado Anatomia de Grey.

En conclusión, responded con una sonrisa sardónica o marcaos un baile espasmódico "Con los tetanistas!". Os apoyaré mentalmente. Y como dicen mis amigas: te aceptamos y te queremos.

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