viernes, 4 de abril de 2014

Alba y el respeto.

El otro día le dejé a mi madre el inspirador libro de "Moderna de pueblo".  Y veréis, ello me ha traído de cabeza toda la semana, con una especie de murmullo cerebral enloquecedor cual vecina/o gemidor (los de arriba). Para los que no conozcáis le wonderful adventures de M.P. dejo unos adjuntos esclarecedores:


Top ten de los capullos. Vale la mierder-pena mirarlo, y reconocer a algunos personajillos, cual Darwin clasificando por primera vez las especies de pajarracos en vuestro barco Descubricapullos a todo babor.


Pues bien, mi irritación, cabreo, enfado e ira nace a partir de la siguiente conversación con mi (no) adorada progenitora:
- ¿Qué te ha parecido el libro? - moi.
- Lo he llevado al trabajo y lo hemos leído todas las compañeras...- levantamiento de cejas de incredubilidad.
-¿Y te gustó?
- Está claro que las chicas de hoy en día no os respetáis....(pause y rebobinemos:)




Llamemos a los Comandos feministas y sufragistas. Anulemos los pedidos de cera depilatoria y sentémonos a llorar-gritar-dejar crecer el vello mientras abrimos y cerramos la boca como un pescado, porque aún no me lo puede creer. 
Sabía que mi madre era rancia. Que rozaba el 100/100 en la escala de hedor pestilente sobre valores e ideales. Pero no me esperaba esta asociación entre respeto y las chicas de hoy en día. (Demos al play:)

- ¿Pero porqué lo dices? 
- Con lo bonito que es llegar virgen al matrimonio... no os entiendo.


Supongo que sólo me queda la orfandad. Pues mi primera reacción fue ponerme discursiva con pantalones de chándal-combate, en modo "ponte cómoda, querida, que vamos a iniciar un paseo por la historia desde las cuevas hasta el primer polvo de Carri Bratshau". Pero me di cuenta que hay ciertas mentes que no tiene sentido intentar cambiar.
Ya sea con el conjunto prostituto que se pone tu octogenaria madre (a su parecer atractivo y rejuvenecedor) para ir al trabajo, como con tu salida con "un amigo, un maldito amigo, nada más. Si me mola te informaré. Incluso aunque sólo sea un puñetero amigo. Pero si algún día traspasamos la linea serás la primera persona en saberlo, incluso antes que mi grupo de whatsapp de amigas y mi farmacéutico. Iré al baño y te enviaré un whatsapp sin faltas de ortografía"; los padres/abuelitas del mal, no cambian jamás. 
Una vez entregas tu alma a los ideales rancios; rancios son hasta el fin de sus días.

Así que empecé a autoconvencerme de que mi reacción estaba justificada. Si no podía cambiar a mi madre, al menos, no iba a dejar que sus puñaladitas (soltadas por mi familia desde que era enana con la intención de cambiarme hacia un ser angelical de pureza-himen intacto sin igual) calaran en mi subconsciente. 

Nota mental: veréis, el mayor poder es el de la mente. Y no, no he estado mirando Star Wars. Otra vez (porque lloro siempre que la veo, y los científicos aún buscan la razón). Digo que el mayor poder es el de mente porque es la mejor estrategia para conseguir que alguien haga lo que quieras sin que esa persona lo sepa. Ya sabéis... ir implantando una idea como quien no quiere la cosa, dejándolos caer de forma amable e inofensiva, para luego ¡ZAS! Dejarte clonadito a las muchachas de Flos Mariae. Como podéis alucinar, mi casa es un campo de minas cerebral en el que lo más inteligente es no demostrar tus opiniones sino quieres protagonizar:

En fin, lo que quería proclamar con esto era que las chicas ya no "nos tenemos que dejar". Puedes ser una Amazona Sexual que experimenta y vive libremente sin atarse a nada, o un Pendón Monógamo que no tiene casi nada que envidiar a Cristian Traumatizado e Inagotable Grey (en tu forma más monógama y rutinaria pervertida posible). 
Intenté decirle a mi madre que las relaciones eran algo bidireccional, con sus pros y sus contras, pero para los dos. Y que el encajamiento de partes era (gif, dowtown) y totalmente voluntario y deseado (desesperatlty):


 Vamos, que hay veces que no puedo creerme lo naturally como la vida misma que soy con estas cosas, y que una mujer en su cincuenta se me escandalice. Anda ya, que estudio medicina y la de guarradas que me quedan por ver. 

p.d. Iba clara si creía que yo esperaba hasta casarme a los 30 (que es la edad a la que patéticamente puedo calcular con mi plan de estudios). 
p.d.2. Lord toca-narices, alias el  horario-hacedor de mi universidad, no entiende que necesito unas vacaciones. Enserio, no tengo fuerzas. 
p.d.3. Debo sentarme a reflexionar-criticar-opinar sobre un Príncipe para Laura...estuve ocupada con la Relatividad y no pude verlo.
p.d.4. Tequila se va a ver a la Queen Isabel, Paola se va a Villa Croissant, el resto de colegas son aspirados por el vértice de los exámenes...y aún estoy en el mar de incertidumbre sobre encuentros masculinos con Él hombre para semana santa...Me despido entre tanta duda existencialista. 


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