viernes, 27 de junio de 2014

Es oficial. AU REVOIR, amores.


Me quedan 4 días para escribir este blog desde una triste habitación doble (para mí sola) de un hotel de Frutalandia. Me ha salido un cuerpo extraño en el costado, y estamos debatiendo si se trata de un grano o un tercer pezón. A saber. 

En los 2 últimos días he estado pendiente de las malditas notas del demonio, que no acababan de ser colgadas en la web Infierno por deseos (vagancia) de Lucifer. Finalmente, han salido y puedo decir que meto goles y aún tengo energías para menear el culo.
 (tanto Mundial me da ganas de:)




Dejando de lado que soy una Diosa de la Medicina (sin intentarlo), he seguido mirando Pequeñas -retrasadas- Mentirosas, y creo que Mona es mi ser preferido. Y esto se debe a que estoy desarrollando una actitud pasivo-agresiva hacia esta serie que únicamente puedo canalizar con personajes (medianamente) cabrones. ¿Razones? (no hago spoilers, cacho perros).

1. Hanna diciendo "me tengo que cambiar las bragas" (estropeando el único momento de tensión de todo el dichoso capítulo). 
2. Leer un artículo de Cosmopolitan criticando el cinturón de Hanna (que si queda mal encuadrado en la imagen, que si no combina con su ropa...¡qué narices!) y que nadie haga una maldita manifestación por nuestros pobres ojos violados/abofeteados/perturbados/escupidos/mancillados con la cara edematosa y el look epiléptico de Aria la Triste. 
3. El padre de Aria la T (o su madre de Embrujadas) que sigue sin aparecer. Yo soy ese actor, y por mucha serie de éxito para animadoras lerdas americanas consumidoras de Abercrombie-bragas-mojadas que sea, NO VUELVO. Y lo entendemos.
4.  En cuanto hay sexo Spencer-Toby me da el ataque hiperglicémico y me llevan a urgencias.
5. No sé si A está o no dando por saco, con lo fácil que es mudarse a un nuevo sitio y acabar con esto...Pero hace mucho que no veo a ningún pivón sin camiseta... y realmente esto se está cargando el argumento de la serie, señores guionistas. 

"DA PENA ADMITIR QUE EL PORNO DE LAS TÍAS SE BASA EN: ABDOMINALES + MISTERIOS ABSURDOS  + CONJUNTOS HORTERAS".
Alba Destripadora de series, alias Pásame el bisturí.


Dejando de lado la actualidad suicida, quería comentar otro asuntillo que me tiene consternada. Ropa interior. ¿En serio es tan importante si nadie te la va a ver? Obviamente me estoy dirigiendo a mi público de estos próximos meses, el del campo del mejillón seco, Semi-virgen city, etc. 
Me he puesto a hacer la maleta, y mirando ese bolsillo de la tapa, me quedo pensando... ¿qué ropa interior debo llevar? 


Si tenéis la suerte de la que yo dispongo, vuestra madre pasará control de calidad de vuestra pureza con frecuencia. Ya sabéis: "acompañar" al médico de las partes, comprar el último modelo de bragas (blancas + lacito o con el día de la semana) de pana y espinas...Y como estaba un poco harta, ya hace un tiempo que pido de regalo a mis tías "guays" algo menos decente para mi indecente pompis.

En mi opinión, creo que no deberían faltarme:
1. Tropecientas bragas de colores: no hay que perder el control de calidad de la limpieza.
2. Bragas enanas: casi minúsculas, microscópicas, inexistentes... Yo opto por culotte.
3. (Por el contrario) Bragas gigantes: tienen que abrazar tu culo, como si amasen cada centímetro de tus nalgas y te estuviesen dando un black kiss. Es genial poder hacer paracaidismo con ellas.
3. Mis bragas San Miguel. Allá donde van, triunfas. 


Supongo que soy demasiado profunda para el mundo que me ha tocado vivir. ¿Me echaréis de menos? Prometo escribiros una carta cada día relatando cada crimen que cometa. Besis y cachondismo.

martes, 24 de junio de 2014

Para hacer bien el amor hay que venir al sur

Muchachos, ya he salido de la maldita losa del estudio bajo la que me encontraba. Y tantas cosas me han pasado, que seguro que en las futuras narraciones de este blog, se me escaparán mis desventuras porno-lacrimógenas. 
besos a todos los que me han pedido que escriba, y especialmente a Porca. Mi mejor (y única) fan.
He estado ocupándome de mi viaje de 1 mes a Frutalandia. Demasiado drama. Drama por aquí y por allá. Mi amada carcelera madre ha estado usando sus estrategias camorristas de persuasión para que me quede, llevaré una maleta de mano y estaré rodeada del conocido atractivo de los hombres rusos. Lo cierto es que lo que sé de la belleza rusa es básicamente anti-líbido, así que me puse a stalkear a mis compañeros de intercambio...
Jesusito de mi vida. Voy a pasar una sequía. 

SONRISAS Y LÁGRIMAS, NUNCA MEJOR DICHO


Pero como soy una chica combativa, me puse a rellenar cantimploras en Barcelona. Y ya me ves a mi saliendo de fiesta, con todas mis esperanzas puestas en el estrenado verano. FIASCO.
¿La primera noche? Otto club, alias el chiki-park, está plagado por hordas de adolescentes pajilleros. Y ya no sea porque yo respeto mucho las normas del asalto-y-perturbación de las cunas, sino porque estos chicos nacen de la simbiosis de Bieber y una tortuga. 

- "Eres muy alta"
- "Si es verdad" 
- "Yo también soy alto"

¿No dan ganas de coger un taxi y ponerte en marcha a tu cama para llorar con tu osito Mimosín? Así hice. Y si creía que la noche no podía ser más lamentable, el señor taxista la mejoró. El señor taxista lo llamaremos el Paki-entrometido (sin ánimo de ofender a los pakis, ya que una de mis amigas-la del padre buenorro- también tiene un hermano paki, probablemente adoptado porqué no se parece a Sr. Padre-cachondo ni a mi amiga). Pues Paki-entrometido y yo mantubimos la siguiente conversación:

- "¿Qué tal su noche, señorita?"
-"Uff....todo plagado de niños"- decidí sincerarrme con la única persona que me podía aguantar, es decir, alguien a quien pagara para ello. 
- "Jajajá... Si, la noche está muy mal. ¿Y tiene usted hijos señorita?"



 Estaba tan destrozada después de haberme envuelto en un rollito sushi de sudor mío y externo en la disco, y de todo mi drama amoroso de Acosadores que no me molan y Pivones que me ignoran, que empezó mi verborrea. Le conté que no tenía novio, que no quería estarlo, que estaba centrada en mi carrera (¿cuál? Supongamos que la universitaria), que me iba de viaje, y que no tendría hijos hasta los 30 y pico. 

En fin, he vuelto por todo lo alto.