Hola, holita, amiguitos.
Resumen: Las navidades se acercan, por este blog no paso mucho e invirtiendo mi tiempo libre de joie de vivre en mi nuevo proyecto.
Proyecto.
Proyecto que hace todo lo que se puede esperar en el mundo: te acompaña a la biblioteca a estudiar, te invita a comer (sí, yo tampoco entiendo. Mi feminismo ha claudicado. Es un pesado y más rápido pagando), te da O's, te dice que cuando sale de fiesta no llevas casco de ciervo y te da comida. Aunque no sepa cocinar.
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| Últimas noticias: chica muy ocupada da señales de vida. |
Así que como veis, he estado atareada como una abeja. Además, he estado sobando mis nuevos pares de calcetines y eso me pone mucho.
Después de acosar el cachemir, debo admitir que estoy enganchadísima a Gran Hermano. No lo entiendo. No sé en qué punto pasé de odiar El Tomate a ser un ferviente admiradora moja-bragas de Sárvame, Gran Hermano y Chonimujeres&Croissanthombres&viceversa.
Mientras busco entre mis pensamientos diarios nihilistas una explicación a tal suceso, voy a hacer otra lista. Quizá os encante. Quizá no. En todo caso, ME DA IGUAL.
Cómo prepararse para la época más genial del año, es decir, la Navidad, momento de ilusión, regalos y árboles que desprenden mierda musgosa pero que aún así nos hacen sentir en una película serie B americana de antena 3 del domingo por la tarde:
1. Adminístrate colesterol y carbohidratos por vía endovenosa.
Mi ONG "Engordar en los tiempos del ébola" y yo tenemos como finalidad el incremento del tejido adiposo para poder caminar por las calles sin parecer una tarada epiléptica que se contrae al ritmo de Congelación feat. Gangrena.
2. Dejar de poner gasolina al cortacésped.
Si estás más sola que la one, abandónate. Si por el contrario hay quien explora el sur del ecuador, ponte varios leggins.
3. Aprende el arte de hacer obras de arte con la lana.
O en todo caso, búscate una abuela.
4. Piensa en un color original para tu ropa de FDAA (fin de año anal).
¿Negro? ¿Lentejuelas? Jesusito, me dejas maravillada con tanta originalidad. Lo mismo digo para el blanco.
Y esto me afecta mucho. Porque, como sabrán mis compatriotas, veraneo la navidad en Galifornia (tierra de vacas, peste, moscas, acentos irritantes y algunos seres que adoro sin igual). Y allí, FDAA es un asunto sumamente trascendental. De hecho, reservo mis Omeprazoles para esa noche de año. Pienso acabar con las reservas de tequila de México. Pues bien, FDAA es tan importante, que no hay mujer que no se compre puti-conjunto nuevo, y hombre que no vaya en traje. It's si-rious-li.
5. Acepta que tendrás varias resacas.
Si no tienes el último libro de autoayuda de Aimi Winjouse, coge el espejo más cercano y mientras te miras, repite: "Bloody Mary, Bloody Mary, mi boca lamerá el váter". Aceptación, nada más.
